Me gustaría mencionarte algunos de los problemas más comunes por los que suele acudir alguien a consulta. Sin embargo, hay muchas más posibilidades, tantas como personas. Lo importante es que, si hay algo que te produce malestar o te inquieta, no des por hecho que la vida es así, o que no puede hacerse nada al respecto, o que es un asunto personal y, por tanto, debes afrontarlo en soledad o implicando a amigos y familiares que quizá tampoco sepan cómo abordarlo. A veces, el simple hecho de contarme qué te está pasando ayuda, porque al no estar yo implicado en tu vida puedes expresarte conmigo con total libertad y dedicarte un tiempo para salir de tu cotidianeidad y pararte en lo importante.
—Problemas en las relaciones sociales, de pareja o familiares: no te sientes a gusto entre la gente de tu entorno (amigos, compañeros de trabajo o estudios…) o piensas que no conectas; crees que no tienes suerte, no se te dan bien o no te satisfacen las relaciones de pareja o sexuales, discutes demasiado con tu pareja; la relación con tus hijos no funciona como te gustaría, o quizá sea con tus padres…
—Miedos limitantes, estrés, ansiedad: hay cosas que no te puedes quitar de la cabeza, que no te dejan dormir, trabajar, que te aíslan de los demás o te impiden abordar determinados retos o adquirir ciertas responsabilidades; sientes que hay situaciones que te dominan o ante las que te bloqueas; te notas intranquilo, como si algo malo fuera a pasar…
—Problemas de autocontrol: haces cosas que perjudican tu bienestar o el de los demás, pero no consigues dejar de hacerlas, como causar daño a otras personas, consumir alcohol o drogas en exceso, pasar demasiadas horas frente al ordenador, la televisión o los móviles, apostar demasiado, comprar sin medida, darte atracones, etc.; quizá no te reconozcas en lo que haces, piensas o sientes…
—Tristeza o vacío: te sientes triste, insatisfecho, sin ganas; nada te llena, en cuanto te despiertas el día se te hace cuesta arriba; has perdido a alguien importante, o ha ocurrido un accidente o un hecho que lo ha cambiado todo; has perdido la esperanza de ser feliz; sientes un bloqueo para hacer las cosas; te molesta la gente, o estás enfadado con el mundo…
—Estás preocupado por otra persona.