Skip to content

¿Cómo trabajo?

Aunque mi trabajo pertenece al ámbito de la salud, es muy diferente al de un médico. Cuando uno acude a un doctor, normalmente le cuenta sus síntomas y este diagnostica y decide el tratamiento que se ha de seguir. La mente es muy compleja, es como una red de infinidad de elementos influyéndose unos a otros, y no debe abordarse exclusivamente desde un modelo biomédico. Cada persona es única y, por ello, no hay tratamientos o recetas para un determinado problema, porque cada problema adquiere personalidad propia en cada uno de nosotros.
Asi-trabajo-ilustracion-edit
Asi-trabajo-roles

¿Cuáles son nuestros roles en la terapia?

Yo, como psicólogo, no soy esa autoridad a la que haya que obedecer, no soy el que sabe. El que verdaderamente sabe eres tú, lo que ocurre es que has olvidado tu sabiduría. Nada importante y transformador vendrá de mí, sino de ti.

Entonces, ¿cuál es mi función?, ¿por qué pagar una terapia? Bueno, digamos que mi trabajo se parece más al de un mediador. Yo he de crear las condiciones para que distintas partes de ti, o de tu vida, restablezcan el diálogo, hagan las paces, conecten y vuelvan a cooperar.

asi-trabajo-fundamento

El fundamento de mis terapias

Tal y como demuestran los estudios, el vínculo que se genera en una terapia es lo que más influye en su éxito. ¿Por qué? Todos los interesados en la espiritualidad sabemos la importancia que tienen, por ejemplo, el amor en el cristianismo y la compasión en el budismo. Desde el enfoque de la psicología perenne no nos hacían falta estudios que demostraran la fuerza arrolladora del amor. Ya lo habíamos experimentado gracias a las palabras de maestros como Jesús de Nazaret, el buda Sakyamuni o el actual dalái lama.

No es de extrañar que en la última década hayan cobrado importancia las terapias psicológicas basadas en la compasión. Pero ya encontrábamos antes, en la psicología humanista, la importancia de nuestro mundo emocional, de la aceptación de nuestras partes y de lo beneficioso de una relación afectuosa entre terapeuta y paciente. Por supuesto, hoy en día esto se observa en el sustrato neurológico: una inmensa parte de nuestro cerebro está orientado a la empatía y la relación social. Y la antropología, que nos desnuda hasta llegar a nuestra naturaleza más prehistórica, nos dice que sin nuestros vínculos sociales jamás habríamos sobrevivido.

Un ser humano no puede entenderse si no es en vinculación con otros seres humanos. De hecho, una buena cantidad de nuestro malestar se debe a que esa confianza ha sido desgarrada, a veces por la violencia instaurada en la sociedad, a veces por particularidades vividas de pequeños y a veces por sucesos recientes que han puesto nuestro mundo patas arriba o nos amenazan. Si tiramos del hilo, prácticamente toda nuestra tristeza y nuestro estrés están relacionados directa o indirectamente con las personas. El aislamiento y ciertas formas de individualismo que se venden en nuestra cultura son una reacción de supervivencia psicológica, para ir tirando, pero nada tienen que ver con nuestra auténtica naturaleza y potencial para el bienestar interior.

Por eso, el valor fundamental de la terapia es el vínculo. Mi función es crear un espacio donde puedas conectar con ese amor, hacia ti mismo y hacia la vida. En este sentido, yo, como terapeuta, ni juzgo ni condeno y siempre procuro que tú vueles sin ayuda, porque el amor no excluye, sino que acepta; no ata, sino que libera.

Tarifas

  • Sesiones individuales
    50 €
  • Sesiones en pareja
    60 €
    No trabajo con bonos porque considero que un paciente debe tener la libertad de venir a terapia o dejar de venir cuando quiera, sin la presión de tener que consumir un bono de 5 o 10 sesiones

Citas